Nanos y nanas.
Según Joseph Campbell (El héroe de las mil caras) los mitos son necesarios como ejemplo y guía para la realización personal.
Así, al ver las aventuras de Rama, Hércules o de Luke Skywalker, uno se da cuenta del camino que uno mismo tiene que recorrer.
Según Lord Finkle-McGraw, se podrían buscar entre todos esos arquetipos y hacer algo así como un manual ilustrado para señoritas.
No sería un libro común y corriente. Utilizando la tecnología corriente, sería un elemento personalizado, donde la niña pudiera actuar virtualmente. De esta manera sería educada con esos dones que la educación moderna ha dejado de lado, con ese toque de ingenio y malicia.
El Lord neo victoriano encarga este trabajo a un ingeniero: John Hackworth, quien a su vez, planea hacer una copia para su propia hija.
La copia es, a todas luces, ilegal, y cuando la realiza, con le misterioso Doctor X, es asaltado y la copia cae en una niña maltratada llamada Nell.
A su vez, el Doctor X tiene sus propios planes para el manual: Educar a un ejercito de niñas refugiadas, en la creación de su propia república.
Para crear los escenarios virtuales de los manuales, es necesaria la intervención de actores. Cada copia del manual tiene su propio actor, y al paso del tiempo es evidente que, aun a pesar de la ayuda tecnológica, se necesita de un ser humano para criar un niño.
Neal Stephenson es capaz, en cada una de sus novelas, no solo de convencernos de que los avances tecnológicos son posibles, sino que son parte de la vida diaria, y logra inventar y convencernos de estructuras y situaciones sociales bastante convincentes.
Aquí, las costas orientales están divididas en pequeñas tribus, y la nanotecnología está presente desde la comida, el procesamiento informático hasta los sistemas de defensa.
La era del diamante: Manual ilustrado para jovencitas.
Neal Stephenson
1997
miércoles, mayo 25, 2005
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